A pesar de superar las estimaciones, la lectura es la más débil en un año y medio, ya que el crecimiento de la producción manufacturera se desaceleró y los libros de pedidos cayeron levemente. Mirando los detalles, las restricciones por el lado de la oferta persistieron, aunque en menor grado que en los últimos meses. Mientras tanto, la inflación se mantiene alta pero mantuvo su reciente tendencia a la baja. S&P Global señala que:
“El sector manufacturero español experimentó una ralentización del crecimiento durante junio, siendo la caída de los nuevos pedidos la característica más destacada de la última encuesta. Si bien la inestabilidad en Europa debido a la guerra en curso en Ucrania fue un factor que perjudicó la demanda, las presiones inflacionarias de larga duración, que siguen siendo elevadas, también están afectando las ventas y la actividad del mercado.